sábado, 3 de julio de 2010

Memoria sin filtrar










Hace dos atrás viajé desde chile, sitio donde vivo actualmente a Mendoza y fui a la vieja estación con mi hijo de tres años, casi los mismos que tenía en 1976 cuando crucé desde allí a Chile ida y vuelta por el viejo tren a cremallera que cruzaba la cordillera. En el año 1979 lo hicimos nuevamente junto a mis padres. por aquellos años había un pase mensual, creo, donde se viajaba todo lo que se quería en tren en algunos países sud americanos. Partíamos de Montevideo a Colonia, cruzábamos a Buenos Aires, donde reiniciaríamos la marcha en tren a Santiago, previa escala en la bella Mendoza. No recuerdo pero eran días de viaje uniendo los dos océanos. Luego en chile viajábamos 1100 km al sur, a Puerto Montt. 6000 km entre ida y vuelta a Mdeo.
Llegué a la estación con mucha nostalgia que sucumbió ante la estación quemada y vacía, donde antes miles hablaban, cuidaban sus maletas, compraban pasajes, se tomaban un café con medialunas o esperaban taciturnamente sentados. Recorrí vías, interiores, sus varios pisos, baños, sitios perdidos junto a mi señora e hijo, quizás repitiendo una historia que no quiero dejar pasar.
Me gustó mucho enterarme que en la casa del guardabarreras había un emprendimiento cultural y estaba cuidado. Volví más de 30 años en el tiempo y alguna lágrima quiso escaparse esta vez. Tienen una ciudad hermosa y el tren es parte de la historia de la ciudad, de inmigrantes, de quienes cruzamos la cordillera, de argentinos y extranjeros que nos sentiríamos sumamente gratificados el ver a esa estación en funcionamiento nuevamente y de ver orgullosa a Mendoza, una de las ciudades más bonitas de la Argentina.

Arriba 2 fotos de la estación de trenes de Mendoza, junio 2008 y otra de la cordillera de los Andes donde se ve un puente ferroviario del antiguo tren a cremallera.

Otro incendio en la estación General San Martín, Mendoza

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