miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cuando en una entrevista laboral dejas de ser persona.


Mi opinión es la visión desde este lado del mundo, Sud América.

Soy sincero, estoy cansado de que me entrevisten para empleos, que me hagan test, que me entrevisten psicólogos laborales, que me vendan a la empresa como el mejor lugar donde podría trabajar en el universo, que me exijan proactividad, estudios, compromiso, buena presencia, etc. , etc., etc. Pero a la hora de evaluar, mi honestidad, mi inteligencia y capacidades intelectuales no valen nada (cuando estoy seguro es lo más difícil de conseguir), incluso he quedado fuera de algunos empleos porque en el test no califiqué porque diagnosticaron que, posiblemente, pierda interés en ese trabajo y esté desconforme, dadas mis capacidades o preparación, Y me pregunto, ¿qué sabe el entrevistador del por qué me presenté a ese trabajo? Cuando solicito un empleo, no solicito un favor, ni deseo casarme con la empresa para toda mi vida.

A las empresas le conviene el libre mercado para conseguir trabajadores, si a tí no te sirve lo que pagan, hay 20 detrás tuyo dispuestos a trabajar, quizás hasta por menos. Y yo, dentro de sus reglas, si consigo un mejor empleo, mejor paga, me voy y me cambio. A no ser que prefiera mi trabajo actual por algunos factores fuera de lo económico, que suele pasar con empleadores serios y que valoran a sus empleados, principalmente como personas, no como a recursos humanos.

Y por último, me llama mucho, pero muchísimo la atención, esos empleadores que te exigen seas prácticamente PHD para ser el encargado de limpieza, te exigen el mayor compromiso con la empresa, y toda esa jerga laboral (proactividad, etc.) pero a la hora de pagar un sueldo, el empleador no hace su mayor esfuerzo, si no todo lo contrario, paga el mínimo por ley.

Necesitamos ya un cambio moral en lo laboral.