miércoles, 5 de agosto de 2009

Los olvidados de siempre: a tres años

Ayer, comenzó la primavera. Ayer pasado el mediodía, en Juncal casi Rincón, se desplomaron dos pisos de un edificio antiguo en reciclaje sobre obreros que allí laboraban.

Al menos hasta este momento-01: 30 hs. Am.-sacaron el cuerpo de uno de los dos hombres desaparecidos, muerto. Falta un muchacho de veintitrés años, posiblemente también esté muerto. (A las veinticuatro horas , casi exactas, encontraron al joven sin vida)

Por miedo a que cayera la fachada- todo el interior de parte del edificio era un montón de escombros entre cuatro paredes- se retrasaron las actuaciones para rescatar a un obrero que permanecía vivo y a la vista atrapado. Me extrañó que sus compañeros sólo se limitaban a alentar desde lejos y no a ayudarlo, sin importar si la fachada caía o no. Simplemente observaban al trabajar tratando de sacarse los restos de encima que lo enterraban.

Escuchando radio El Espectador, no sólo vuelvo a confirmar que es una emisora que da datos poco fidedignos, sino que hubo que escuchar a Mauricio Almada, como un demente, preguntado “lo sacan vivo o muerto”, dos o tres veces seguidas, preguntándole al notero que estaba en el lugar cubriendo la información, por el estado de un trabajador rescatado con vida por bomberos al rato del derrumbe. Otro bochornoso comentario fue: “¿le pusieron máscara de gas?”

¿A esto llegó la radio de este país, a que periodistas que se los saca del argumento producido antes del programa, digan estupideces sin pensar?

Cuatro horas más tarde del derrumbe, pasé por el lugar de camino al C.C.E. Poco vi, fue más la sensación de angustia por los dos individuos atrapados entre los escombros.

En la era de las comunicaciones globalizadas, a una cuadra del drama, gente anónima caminaba sin saber lo sucedido. Posiblemente cincuenta años antes, al menos en las manzanas de alrededor, todos se hubiesen enterado. Ahora nos enteramos a la distancia al instante, pero la vida alienante de esta ciudad-pueblo, sin contactos humanos en determinados ámbitos de nuestra vida, hace que la comunicación directamente no exista. Todos hemos subido a un ascensor solos, hacemos clic y quedamos en estado latente hasta que la luz aparece nuevamente al abrirse la puerta en nuestro piso, sin importar cuántos otros vayan al lado nuestro.

El arquitecto o ingeniero responsable de la obra puede que sea culpable de lo sucedido, sabiendo que generalmente estos profesionales poco están en las obras, delegando en otros. Esto último, ¿será un agravante o atenuante?

Pero por encima de la empresa constructora, ¿hay culpables a nivel de gobierno municipal, funcionarios públicos, inspectores de obra? Lo primero que hizo el intendente Erlich fue lavarse las manos.

La intendencia, bomberos, ministerio de trabajo, etc. una o varias reparticiones del estado deben ser las encargadas de dar autorización para realizar obras en edificios viejos.

Los representantes de la justicia, ¿llegaran a investigar hasta este nivel de funcionarios públicos y políticos? Si no investigan posibles culpabilidades u omisiones de funcionarios del estado o la municipalidad, pido a gritos que se cambie el sol de nuestro pabellón patrio y se ponga en su lugar un cacho de bananas.


Escrito el 22 de setiembre de 2006