lunes, 19 de agosto de 2013

¡Y ERA VERDAD!

En el Génesis, comer la fruta prohibida condena a la humanidad al destierro del paraíso y miles de calamidades. En la Bella durmiente, la tentación también está camuflada en una manzana lustrosa envenenada.

En la realidad estas frutas envenenadas, muchas veces tienen un sabor dulce para quién la come, incluso adictivo, pero muy amargo para terceros quienes serán los verdaderos perjudicados.

Hoy miles sienten el amargor de la traición en su interior más profundo. Y lo peor es que gestos como el de Giorgio Jackson, al aceptar la manzana envenenada, envenena el corazón de miles de jóvenes chilenos, aparte de adultos como yo, que algo estamos acostumbrados a estas traiciones.

Muchos creían en jóvenes que trataban de no contaminarse, no con la política, si no con la corruptela de la política actual chilena.
Estábamos dispuestos a enfrentar la pelea y a perderla pero sin perder los principios, sin perder la integridad que nos hacía diferentes a quienes nos enfrentábamos.

Hoy, los jóvenes del PC Vallejos y Cariola, más el supuesto independiente Giorgio Jackson, dejaron en claro que lo que algunas minorías dicen es verdad: el que entra en política es para acomodarse, para ostentar el poder y cueste lo que cueste. No importa vender principios, desdecirse, al final de cuentas engañar y mentir.

En mi caso personal, nada me extraña de Vallejos y Cariola, funcionales a un partido que, y no sólo en Chile, siempre ha sido funcional a los intereses partidistas sin mirar jamás otros intereses generales. En Bolivia abandonaron al Che, y recuerdo muy bien como en Uruguay apoyaron las medidas prontas de seguridad, previo a la dictadura, en el parlamento. O a Arismendi, secretario general del partido comunista uruguayo, que entregó a la dictadura las listas de afiliados al partido a cambio de su libertad.
Mi abuelo fue sindicalista toda la vida, fundador de la primera central de trabajadores del Uruguay, por décadas anarquista, y siempre dejó en claro las traiciones del PCU que debieron enfrentarse una y otra vez.
Vuelta la democracia en Uruguay, las huelgas vendidas de Alpargatas y de cervecerías, el pacto COCO y tantos otros manejos oscuros de los comunistas me enseñaron a nunca confiar en ellos y que todo es esperable por parte de ellos.
Así que nada me extraña que Camila Vallejos haya pasado de asegurar no apoyar a Bachelet a hacerlo a cambio de un escaño para su partido.

Ayer tanto Paulsen como el chascón Villegas, y en varias oportunidades, le preguntaron que iba a hacer ella y el PC si la “nueva mayoría” no lograba introducir los cambios necesarios. Nunca respondió de frente. Al mejor manejo de los viejos políticos chantas, que hablan, hablan pero no dicen nada, Camila no respondió la pregunta. Es que al PC no le importan los cambios, están por encima los intereses partidarios y muchas veces es más conveniente dejar que todo siga igual para que gane el partido.

Hace unos meses aparecieron unos volantes en una marcha estudiantil, con fotografías de Bachelet, Vallejos y Giorgio. Juntos por una nueva mayoría, decía el texto. Tanto Giorgio como Camila salieron a desmentirlo. Hoy, poquitos meses después, se confirma ese dicho que dice que las mentiras tienen patas cortas.
Es que hace tiempo se veía que algunos dirigentes estudiantiles tenían ansias de poder, que venderían su alma y a sus compañeros de lucha por ello. Supongo que no soy el único que vio venir esta jugada política.
Vallejos sabe lo que hace, está instruida para ello, primero el partido y no importa a quién deba traicionar. En cambio Giorgio, al igual que la Bella durmiente, probó y le gustó lo que le dieron a probar. Giorgio cayó en el embrujo y el sueño de los débiles, ahora quedará deudor por siempre de una deuda que deberá pagar a crédito, en múltiples cuotas a la Concertación votando en bloque, si es que gana en las próximas elecciones.

Hace cuatro años, otro joven llegó renegando de la suciedad de la política tradicional. MEO decidió irse de la concertación y batallar contra ella, pero todos sabemos lo que hizo al final: en segunda vuelta pagó viejas deudas y apoyó a un paupérrimo candidato de la Concertación.
En estas elecciones veremos si MEO logra cautivar nuevamente a un casi 20% de la población como en las elecciones pasadas, y también si Giorgio Jackson logra un escaño. Sabemos que mucha gente va a votar por la Alianza y la Concertación, esa gente que está cómoda con el sistema actual, que dice pedir cambios pero que en realidad no quiere grandes cambios en sus vidas. Este tipo de gente siempre será conservadora, aunque se vista de burgués progresista. Pero en cambio los jóvenes y aquellos que no están conformes y desean cambios de verdad, se enfrentan a una triste realidad descubriendo que quienes decían ser la diferencia, son más de lo mismo y siempre terminan negociando.

Una vez más pierde el Chile del futuro cuando las supuestas caras nuevas, aceptan el juego de las caras viejas.



Giogio Jackson y Camila Vallejos se refieren a panfleto que llama a votar por ellos y Bachelet en las próximas elecciones.

http://www.cambio21.cl/cambio21/site/artic/20130411/pags/20130411120553.html