Este año Chile crecerá entre un 5
y un 6 %, lo que supone mayor riqueza, pero ya vimos que no mejora la vida para
los chilenos, seguiremos viviendo en un país desigual, con un grupo importante
de personas que no tendrán una buena educación, trabajando por menos dinero del
necesario y de lo justo, endeudándose en tiendas, en tratar de educar a sus
hijos para que no sean mano de obra explotada, seguirán comprando cosas de mala
calidad, a precio irreales, y cuando se enfermen o mueran les sacarán hasta la
última moneda.
Simplemente viendo películas he
visto como en el lejano oeste norteamericano, o en las guerras mundiales,
sacarles las botas a un muerto era lo último que una persona decente podía
hacer. Pero al sistema económico eso no le importa.
En USA la ganancia del sistema de
salud está entre un 15 y un 20% del PIB nacional. Simplemente se ha generado un
gran negocio en base a la enfermedad y la muerte, sin más principios que los
del enriquecimiento personal. Por ejemplo, esta lógica de rentabilidad segura
hace que siempre sea más lucrativo tratar enfermos de cáncer constantemente que
encontrar una cura definitiva para esa enfermedad.
Quizás digan que me excedo, porque
piensen que la medicina y la ciencia tienen aspectos altruistas, más que
económicos. Y debo reconocerlo, pero lo que hay que aclarar siempre es que
ninguna empresa o institución con fines de lucro tendrá un objetivo altruista.
Y para demostrar la lógica empresarial de Isapres, AFPs, centros de educación
que lucran, y otros, haré un ejercicio que demostrará hasta dónde el sistema carece
de corazón y ética alguna.
La destrucción suele generar
ganancia siempre al reconstruir. Por ejemplo una guerra destruye una ciudad,
infraestructura que naturalmente habrá que reconstruir una vez finalizada la
guerra. También durante la guerra, para destruir, se venden armas, siendo tan
buen negocio que la industria de las armas es uno de los negocios más
lucrativos del mundo. La industria de las armas, la farmacéutica (salud) y las
finanzas (incluye a entidades que dan créditos) se disputan el primer puesto
como las industrias más poderosas del mundo.
La destrucción, el caos y la
delincuencia son convenientes, y un muy buen negocio para muchas empresas
poderosas. En la lucha contra la delincuencia se ve necesario un poder
represivo policial, naturalmente sostenido con los impuestos de todos los
chilenos que no queremos ser víctimas de la delincuencia. Convenientemente este
poder policial represivo, también sirve para mantener el “orden” establecido y
reprimir cualquier posible protesta o acción contra el status quo. También en la lucha contra la delincuencia hay empresas
de seguridad, guardias privados, alarmas, venta de armas y hasta cárceles
privadas tenemos en Chile. Podemos decir que todos estos sistemas de lucha
contra la delincuencia son un resultado y una necesidad. Por lo mismo, estas
empresas dependen de la delincuencia para obtener sus ganancias. Si estas
empresas se coluden de alguna manera con quienes tienen el poder político,
podría suceder que se beneficiaran económicamente ambos si todo plan estatal
contra la delincuencia falla siempre o no cumple con su finalidad cabalmente. A
más delincuencia, más rentabilidad.
Quizás usted ya esté pensando que
creo en teorías conspirativas, pues se equivoca, sólo indico hasta donde el
sistema económico que tanto se defiende en Chile tiene grandes falencias y es
permeable a la corrupción. Le daré un simple ejemplo. Cuando hay partidos de
fútbol en Chile se necesita seguridad, que es brindada por el estado con
carabineros, financiada con el dinero de los impuestos de todos los chilenos,
vayamos al fútbol o no. Algunos cuadros de fútbol ahora son empresas, que
participando en campeonatos venden jugadores a muy buen dinero, aparte de
entradas y derechos televisivos por los partidos en canchas que necesitan
seguridad. Estos cuadros son empresas, que lucran, sabemos de muchos políticos
que son accionistas de estas empresas, que terminan obteniendo seguridad
gratuita de la policía. Como toda empresa, han encontrado una forma de bajar
costos de producción, teniendo mano de obra gratis, subvencionada con los
impuestos de todos los chilenos. Aquí se coluden evidentemente los intereses de
empresas con políticos para lucrar a costa del estado y de la gente.
Estos mismos políticos
empresarios, gobernando Chile, invierten mucho tiempo de su gestión en decirnos
que somos menos pobres que ayer. Es sumamente necesario pues deben demostrar
que el sistema funciona, por supuesto que funciona para una minoría, pero la
realidad de la inmensa mayoría de los chilenos es otra.
Mientras nos sigan vendiendo
basura en las tiendas con altos intereses, mientras nos endeudemos para obtener
una educación mediocre, mientras las Isapres sigan siendo un gran negocio de
ganancias inmorales y las AFP sean empresas sumamente rentables para sus dueños
pero obtengamos una jubilación de miseria, los chilenos seguiremos siendo
pobres.
Seguiremos siendo un pueblo con
la mitad de los trabajadores obteniendo un sueldo mínimo o poco más, con un 80%
de analfabetismo funcional según la OCDE, y muriéndonos en hospitales esperando
ser atendidos.
Nunca dejaremos de ser pobres si
pagamos 10 por lo que vale 1, mientras por nuestro trabajo que vale 10
obtenemos menos de 5 y mientras muchos ganen una enormidad de dinero
especulando y sin trabajar.
Y veremos que la democracia
retrocederá cada vez más, llegando al punto que será cada vez más común ver que
se reprimirá a quién se anime a quejarse por las injusticias. Nos reprimirán
usando a la policía que todos sostenemos económicamente para cuidarnos, y los
que mandarán reprimirnos serán a quienes hemos puesto en el gobierno para que
representen nuestros intereses.