La historia es cíclica, dicen, y en Chile no es
diferente.
En el siglo XIX el salitre hacía enormemente ricos a un
puñado de empresarios, mientras la mayoría de los chilenos no veían ni las
migajas de esa riqueza. Incluso el poder político utilizó la fuerza militar
para defender la riqueza de ese puñado de empresarios. Desde la matanza de mineros
mujeres y niños en Iquique, hasta la declaración de guerra a Bolivia.
En el diario El Pueblo, en marzo de 1892, Eduardo Matte
decía: Los dueños de Chile somos
nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y
vendible; ella no pesa nada como opinión ni prestigio.
Hoy, ciento veinte años después, la riqueza del cobre
deja las mínimas migajas posibles y prueba de ello es la pauperización de
ciudades lindantes a las mayores minas del país. Ciudades sucias, empobrecidas
materialmente y culturalmente. Prueba de la involución cultural es la marcha
neonazi contra “negros” en Antofagasta. Esto es consecuencia de la peor de las
pobrezas, la interior. (a)
En estos últimos años las AFP mantuvieron dineros frescos
de los trabajadores, a costo muy barato, para que un puñado de empresarios
lograra una riqueza descomunal. Es mentira cuando se dice que los grandes
empresarios logran sus fortunas trabajando, la única manera de obtener esos
niveles de riqueza en países subdesarrollados es especulando y consiguiendo
beneficios del estado, por no decir libertad para hacer lo que se quiere. Desde
ventas de empresas públicas por monedas, salvatajes de bancos robados,
perdonazos de deudas impositivas como vimos en Johnson´s de 118 millones de
dólares, o la no encarcelación de delincuentes empresariales como los de La
Polar y las farmacias coludidas, que vendían hasta 20 veces más caros los
remedios de lo que correspondía.
Mientras el 1% de los chilenos tiene un PIB mensual de 15
millones de pesos, unos 360.000 dólares anuales, el 99% de los chilenos tiene
un PIB mensual de poco más de 700 dólares mensuales, unos 345.000 pesos, el PIB
de muchos países africanos. (b)
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Muchos dirán que la situación actual de Chile no es la
peor ni se compra con la de décadas atrás. Carreteras, gran consumo,
modernidad, etc. Es inevitable esta “modernidad”, las necesitan las empresas
para seguir creciendo y sus dueños seguir aumentando sus riquezas. Este falso
desarrollo, son simplemente las sobras y los efectos de los que los ricos
necesitan. Incluso, como ahora se necesita una mano de obra algo ilustrada, es el
motivo de la educación que recibe el chileno medio, la suficiente como para ser
cajero en un supermercado. Aunque muchos chilenos piensen que está lleno de
profesionales el país, la verdad es que en países vecinos, como Argentina y
Uruguay, ingresan los mismos porcentajes de personas a realizar estudios
terciarios e incluso en universidades gratuitas.
Pero en Chile hay que agregar que parte de esos
profesionales realizan sus carreras en universidades nada serias, que al titularse
resultan desempleados ya que ninguna empresa seria los quiere. Ni hablar del
caso de la universidad del Mar, o de carreras como la de perito criminalista
que fue toda una estafa.
Hace poco, Sven
Von Appen, empresario minero y naviero decía en el diario La Segunda (15 de mayo
de 2013) que "A los
chilenos les ha crecido tanto el apetito, que no pueden parar. Eso producirá
que engordarán y se pondrán más cómodos"
"…a mi
juicio, la única solución es una crisis, internacional o chilena, de carácter
financiero…para que el chileno llegue al nivel que corresponde y no se
vuele". (c).
Hace 120 años Matte, hoy Von Appen, antes el salitre, hoy el cobre.
Migajas siempre.
Pero parece que algo de descontento popular llegó a las puertas de
algunos poderosos, al menos a las de los políticos. No voy a descubrir la rueda
al decir que la inmensa mayoría de los chilenos son conservadores, y de centro
derecha. Muchos no lo saben, se creen de centro o de centro izquierda y es que
partidos como el DC y el PS se han encargado de ello. Podemos discutir un
montón sobre ello, pero las pruebas son lapidantes, la Concertación ha sida la
encargada de profundizar el sistema económico capitalista, de privatizar
empresas del estado, privatizar el agua, subvencionar empresas privadas con
lucro que no aseguran los derechos de educación, salud, transporte y otros a
los chilenos.
Mientras en España el PSOE se queja de la desmantelación del estado
de bienestar por parte del PP, sacándole dinero a la salud, a la educación y
salvando bancos, en Chile el PS ha hecho el trabajo de la UDI, el PP chileno.
Ni hablar de la DC, un partido de centro derecha, que incluso
apoyó el golpe del 73. Y si quedan dudas, estos dos partidos jamás juzgaron a
Pinochet en sus 20 años de gobierno, pero si lo rescataron de Inglaterra.
En las próximas elecciones nadie discute que en primera o en
segunda vuelta ganará Michelle Bachelet, la candidata de la vieja Concertación,
ahora denominada la Nueva Mayoría por la suma de un rancio y aburguesado
partido comunista.
Hace dos años atrás, los estudiantes lograron impulsar varias
ideas de cambios, realizando importantes protestas callejeras en el gobierno de
Piñera. Ya lo habían hecho en unos años antes en el primer gobierno de
Bachelet, y fueron traicionados con reformas irrelevantes, que sólo empeoraron
las cosas.
Pues los nuevos dirigentes que encabezaban estas protestas en 2011
y 2012 se han dividido. Los más mediáticos hoy son parte de esta Nueva Mayoría,
aunque en el 2011 aseguraban que jamás apoyarían una nueva candidatura de Michelle
Bachelet, quién habría traicionado ya a los estudiantes en su gobierno
anterior. (d)
"JAMÁS ESTARÍA DISPUESTA A HACER CAMPAÑA POR BACHELET" CAMILA VALLEJO
Incluso un año atrás surgió muy fuerte el pedido de una asamblea constituyente.
Pero al llegar a Chile Bachelet para demostrar su interés en ser candidata
nuevamente a presidenta, poco a poco se cayó en parte el famoso “AC”. Es que
Bachelet en ningún momento dio alguna señal de estar de acuerdo con una “AC” y
naturalmente su comando se encargó de ello.
En los medios llamados redes sociales, se vio claramente como
aquellos que pedían “AC”, cambiaron sus “AC” por la “M”. Ahora la señal es que
hay que votar por “M” (Michelle) para sacar a la derecha del gobierno, después
vemos que se hace. Igual que con el NO. Se sacó al dictador, se lavó la cara
del país, pero todo siguió funcionando como correspondía.
La jugada es muy evidente, a la candidata “M” le molesta la idea
de una “AC”, y a sus declarados seguidores y votantes empresarios también.
Al pedido popular en las calles de una asamblea constituyente y
renacionalización del cobre, se generó paralelamente una organización que pide
marcar el voto poniendo “AC”, en una especie de referéndum no vinculante ni
legal.
Se le hizo creer a la gente que marcar el voto era muy importante
para dar una señal a los políticos, a los políticos de siempre, los que siempre
han hecho lo que quieren y que no representan jamás al soberano.
Incluso se nota claramente la desmovilización, las protestas
callejeras se trasladaron a la comodidad de las redes sociales con el “Marca tu
voto” “marca AC”.
Paradójicamente, los organizadores de esta campaña son declarados
votantes de Bachelet. Cuando a Bachelet se le pregunta si apoya la asamblea
constituyente, jamás ha dicho que sí, siempre responde generalidades, de tal
forma que todo es posible y a su vez que nada lo es.
Bachelet ya se ha asegurado algo que lo logró en su gobierno
anterior, llegará a su gobierno con la gente desmovilizada. Por un lado tranquilizó
a una gran parte que pedía el gran cambio radical, como es una asamblea
constituyente, esperando votar pero temerosos esperando que al poner “AC” en el
voto este sea válido al impugnarse.
Y como sabemos que el chileno es temeroso de por sí, es seguro que
sea muy baja la presencia de votos marcados. 1 a 0.
Por otro lado, el captar a los dirigentes estudiantiles del 2011,
se logró partir en dos a los estudiantes, radicalizando a algunos y paralizando
a la mayoría, que ahora esperan que dos candidatos estudiantiles al congreso
realicen algún cambio, aunque se sabe que les resultará imposible en un
congreso netamente conservador, con senadores y diputados que hacen 20 años
están apernados, tanto de la derecha como de la llamada izquierda. 2 a 0.
También se ha logrado crear el sentimiento de traición, de que no
se puede realizar cambios y la posible falta de interés de las nuevas
generaciones de estudiantes. A mayor falta de interés, menores protestas
callejeras. Y si le sumamos que Piñera realizó gran parte del trabajo,
reduciendo los intereses y las deudas de los estudiantes universitarios, que
fue la verdadera causa e inicio de las protestas estudiantiles, se ve a una
organización estudiantil bastante debilitada. 3 a 0.
Y no es casual ver en la campaña de “marca tu voto” a burgueses
que se dicen de izquierda pero que se han beneficiado muy bien del sistema
actual. Ya lo dije, los chilenos son de centro derecha aunque se crean de
centro o centro izquierda y no quieren grandes cambios, quieren retoques,
detalles y siempre en orden. Y no hay lugar a dudas que la mejor candidata para
cambiar algunos detalles pero sin que haya “desorden” es Bachelet. Ella asegura
que parecerá que habrán cambios pero que todo seguirá igual, dejará las
conciencias de pseudo izquierdistas contentas y a sus bolsillos tranquilos.
El chileno medio
quiere seguir consumiendo, comprando el televisor más grande para ver a la
selección en el mundial, tener el feriado más largo posible en las fechas
patrias para tomar alcohol y comer hasta reventar y creerse el cuento que son
casi un país desarrollado.
Pero la educación que recibe no lo deja ver que en sus
propias narices le pusieron una cortina de humo, que lo motivan a “marcar el
voto” para desmovilizarlo de las calles y que a su vez juegan con él al policía
bueno y al policía malo. Una coalición dice que si marcan el voto pueden
anulárselo y la otra dice que no, aunque tampoco asegura darle algo de interés
a la asamblea constituyente. Generan temor, porque saben que muchos de los que
ponen un tuiter con “AC”, el día de las elecciones tendrán temor y preferirán
asegurase el voto para sacar a la derecha, aunque todo siga igual.
También, mientras el supuesto socialista Escalona dice
que no hay que hacer una asamblea constituyente, que debe ser el parlamento
quién lo haga, por otro lado se da la señal que si no se obtienen las mayorías
necesarias ( que ya se sabe que no se lograrán) el parlamento tampoco podrá
hacerla.
Al parecer, mientras el chileno reciba la educación para
manejar una caja en un supermercado y no molesten mucho, los dueños de Chile
estarán tranquilos.
Pero como dije antes, las movilizaciones pedían también
nacionalización del cobre aparte de “AC”. Ese tema ya se sacó de la palestra,
los “izquierdistas” de la concertación nada quieren saber con eso. 4 a 0.
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