Es el medio día del 30 de mayo,
escucho la sirena que anuncia las 12 en punto. La misma sirena que debió haber
sonado en muchos pueblos costeros el 27 de febrero de 2010.
Desde hace un buen rato vengo
siguiendo las transmisiones televisivas desde el congreso, donde víctimas del
tsunami de aquella noche declaran y dan testimonio de lo vivido.
Escucho como una mujer joven, con
su bebé en brazos, dice que no sabía lo que era un tsunami, que ignoraba sobre
el tema, ni siquiera sabía que luego de un terremoto podría haber un tsunami.
Otro hombre, con gran congoja, a punto de quebrase, dice que su padre e hijo
murieron aquella noche, y que ha pensado mucho en suicidarse por el dolor.
Todos comentan que no vieron carabineros, ni a marinos, hablan y pareciera que
no logran entender como aquellos que se supone están para defenderlos, nunca
aparecieron para salvarlos.
La misma joven mencionada antes,
dice que en medio del tsunami, tomó el celular para pedir ayuda y vio en el
reloj la hora: las 4:15. A las 4:05 y hasta las 4:40 el SHOA mantuvo una alerta
de tsunami, la cual jamás fue tomada en cuenta por la ONEMI a cargo de la ex
presidenta Bachelet.
Recuerdo aquella noche, estaba
desvelado conectado a internet cuando un leve temblor comenzó a mover mi casa
en Niebla, en la costa de la comuna de Valdivia. El temblor aumentó hasta que
la casa se movía de un lado a otro y las maderas crujían. Junto a mi mujer e
hijo tomamos resguardo y justo hubo un corte de luz. En la penumbra, iluminados
con la pantalla del computador que permanecía encendido a batería, nos
mantuvimos quietos, ya que sentíamos como caían cosas por todos lados. Como
estábamos descalzos, decidimos quedarnos allí, para no pisar vidrios.
El temblor lo sentimos
muy fuerte, realmente la casa era una coctelera. Pero la misma elasticidad de
la estructura fue lo que permitió que no hubiese daños en ella.
Para mí no era el primer gran
temblor que vivía, pero para mi mujer si. Fue toda una experiencia con mucha intensidad,
ya que duró una eternidad y hubo tiempo para tomar decisiones en base a lo que
pasaba y a conocimientos básicos adquiridos sobre el tema.
Pocos minutos después la energía
eléctrica volvió y encendí el televisor. En CNN internacional se hablaba sobre
el tema y aparecía una gran gráfica con el continente sudamericano, con un gran
aviso de alerta de Tsunami desde Ecuador a Tierra del Fuego, en el sur chileno.
Preocupado por vivir en la costa del Pacífico, frente a Corral, y recordando el
terremoto y tsunami de 1962, llamé a carabineros al 133. Me atendió una
carabinera muy amable, que a pesar de mi insistencia y de mencionarle la alerta
que organismos de EEUU daban para esta zona por CNN, ella me aclaró que las
autoridades no habían dado ninguna alerta y que en caso de ser así, se daría la
alerta a través de las sirenas de los cuarteles de bomberos y con altavoces
desde las patrullas de carabineros.
Todos sabemos que pasó minutos
después.
El alcalde de Juan Fernández
mostrará hoy ante la comisión investigadora del congreso una grabación en que se
prueba que se le avisó a la ex presidenta Bachelet sobre el tsunami en la isla,
igualmente ella minutos después ante la prensa dice que apenas había habido una
subida de marea en la zona costera. Poco después una gran ola llegó a
Concepción.
A Niebla no llegó el tsunami,
pero nos pudo haber tocado, y a pesar que me comuniqué con las autoridades, se
me negó la posibilidad de uno.
Sinceramente no puedo creer y sería
un insulto a mi poca inteligencia que las autoridades implicadas, ex presidenta
incluida, no supieran de la alerta internacional que yo pude ver en CNN. ¿Cómo
quieren que crea que la presidenta de un país con todos los medios disponibles
que existen no se enterara de la posibilidad de un tsunami después de tremendo
terremoto? Y yo en el medio de la nada, me entero viéndolo en televisión.
La ex presidenta tomó la iniciativa
y fue a la ONEMI con sus ministros y tomo el poder de es institución. Su
presencia eliminó toda posible toma de decisiones de los encargados de la
ONEMI, ya que el jefe de ellos estaba allí, masticando chicle, pero estaba. Sólo
hubieron declaraciones negando un tsunami.
Lo peor de todo esto, es que
mucha gente que había evacuado por su propia voluntad, regresó a sus hogares
ante llamados de las autoridades que decían que no había riesgo de tsunami.
Incluso se trasmitió por radio. Cuando mucha de esa gente retornaba pensando
que estaba segura, llegaron las olas del tsunami en Concepción y alrededores.
Que la ex presidenta ahora sea
intocable, que incluso la fiscalía no la incluyera para declarar en el juicio
que se lleva adelante, es clara demostración de la falta de garantías
constitucionales democráticas de este país, donde una y otra vez hay intocables
(ya hablaré en otro post del ministro Hinzpeter y como opera al margen de la
democracia y todo le está permitido).
Se discute muy poco si Bachelet
es o no responsable por las muertes del tsunami, incluso muchos aseguran que ni
siquiera debe declarar en el juicio. Después escuchamos como estos mismos
políticos, periodistas, etc. se jactan considerándose un país superior a los
vecinos, mientras estos países, igual o no de bananeros a Chile, han llevado a
juicio a presidentes en varias oportunidades. Con consecuencias o no, parodias
o no, pero se realizaron juicios a varios presidentes. En Chile, en cambio, hay
sin lugar a dudas una casta de poderoso intocables, que sin importar lo que
hagan nunca serán objeto de una investigación judicial algo seria.
En lo más interno de mi, siento
una gran indignación, me siento exasperado, con ira casi por la falta de
principios que hay en este país por parte de las clases que tienen el poder
político y económico. Como estafan, roban, deterioran a la sociedad chilena,
tanto las mega empresas corruptas, así como la falta de la más mínima vergüenza
de los políticos, que no sólo no sirven al país, si no que hasta llegan a
causar la muerte de decenas y ni siquiera tienen la decencia de pedir perdón
por ello.
Vivimos en un país con
instituciones privadas y públicas corrompidas, sin leyes que amparen a todos
por igual. Carabineros matan inocentes por la espalda, incluso niños, el ministro
del interior y la fiscalía inventan pruebas para juicios, una presidenta
mastica chicle en la inoperatividad total, mientras el mar mata a sus
ciudadanos. Y nadie responde ante la justicia como es debido.
Hace un rato sonó la sirena que
indica el medio día, la misma que nunca sonó aquella madrugada en que sí se
oían los gritos y llantos de socorro de mis hermanos chilenos en una pequeña
isla, mientras las olas de un tsunami los mataba.
PS. Quiero aclarar que esta comisión investigadora del congreso, ahora sólo integrada por gente del gobierno actual, estoy seguro que sólo utilizará toda la información respecto a la responsabilidad que tiene la ex presidenta, para ofrecerla en canje a cambio de que Bachelet no se presente en las próximas elecciones. Veremos que pasa, ya que entre ellos se vienen repartiendo el país desde hace décadas.